¡Olé, olé! Maltrato y humillación, lo que hay detrás de las corridas de toros

¡Olé, Olé! La tauromaquia es una disciplina que tiene sus orígenes en España, pero con el pasar de los años fue adoptada en otros países, como es el caso de México y Colombia, naciones en las que existe un gran arraigo, ya que cada fin de semana miles de fanáticos se dan cita a las distintas plazas de toros para presenciar las suertes que realizan los toreros con el capote, la muleta y las banderillas antes de llegar a la estocada final.
A pesar del gusto que existe por las corridas de toros en esos países, también existen voces en contra de su práctica, al asegurar que se maltrata a los toros y que es inhumano el trato que se les da dentro y fuera del ruedo, al señalarse que en todo momento son blanco de tortura física y psicológica.
En entrevista exclusiva con TVNotas, Alicia Woempner de Personas por la Ética en el Trato de los Animales PETA, nos compartió el sentir de su organización hacia esta disciplina.
“La tauromaquia es un deporte de cobardes, ya que el matador tiene la opción de estar ahí, pero el toro no. Antes de la corrida, los toros son debilitados de varias maneras, con golpes, con bolsas de arena, con vaselina frotada en los ojos para impedir su visión y reducirle el riesgo al torero y a los caballos, pero esto deja al toro sin ninguna posibilidad. Los toros tienen los músculos de su cuello cortados para impedir que puedan subir la cabeza, por eso digo que es un deporte de cobardes, porque tienen miedo de enfrentar al toro sin debilitarlo”, declaró la experta, quien lamentó que haya animales que tengan que morir para entretener a la gente.
“No hay ninguna razón para estar criando a los toros, sólo los crían para torturarlos y matarlos; esos minutos que pasan en la arena son un infierno, además no mueren con dignidad, mueren sangrando y confundidos”, sentenció Alicia, quien aplaudió que ya algunas ciudades de México y España decidieran prohibir todo tipo de corrida.
“Hay un fuerte movimiento antitaurino en España y México, en donde varias ciudades han prohibido estas prácticas y más de un millón de españoles han firmado para terminar con esta atrocidad. Lo que la gente puede hacer es dejar de ir a estos eventos y hablar con los amigos y las familias sobre la crueldad, al igual que hablarlo con los turistas, ya que muchos de los que asisten son extranjeros. Como en Estados Unidos esta práctica es ilegal, tienen curiosidad de conocer cómo funciona esto”, señaló Alicia, quien también abordó las llamadas ‘Corridas sin sangre’, las cuales principalmente se llevan a cabo en la Unión Americana.
“Hay corridas legales en Estados Unidos, que se llaman ‘Corridas sin sangre’, pero es un truco porque no los asesinan en la arena, pero los matan después de la corrida”, ahondó la experta, quien nos describió por qué los toros de los rodeos estadounidenses se muestran más bravos que los que vemos en las plazas de toros alrededor del mundo.
“En Estados Unidos a los toros les ponen una cuerda alrededor de los testículos, para que sean más bravos y salten más, cuando están saltando es porque intentan quitarse la cuerda porque les duele mucho”, concluyó la defensora de los animales, quien aseguró que PETA también tiene presencia en la Pamplonada, a donde acuden para concientizar a la gente sobre esta práctica que es altamente atractiva para el turismo.
“Hemos hecho varias demostraciones en Pamplona, incluso tenemos un evento que llamamos ‘La corrida de los desnudos’, que hacemos para aumentar la consciencia en la gente sobre este tema, en donde tenemos un grupo de activistas que van corriendo desnudos por las calles de Pamplona, para informar a la gente sobre la crueldad de las corridas”.
Incluso, recientemente Benjamin Zephaniah, periodista del diario ‘The Guardian’, condenó en su columna las atrocidades que vio durante la más reciente edición de los San Fermines, la cual se llevó a cabo del 4 al 14 de julio al norte de España, al señalar que cada uno de los participantes era responsable de la muerte de los astados.
“Los turistas que participan en la corrida o visitan Pamplona simplemente para verla, contribuyen a la carnicería. Cada bocadillo, cada cerveza, cada reservación de hotel refuerza la matanza.
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