En dos tradicionales escenarios de Guayaquil, el coliseo Voltaire Paladines Polo y el estadio Modelo Alberto Spencer, la práctica del deporte no fue la primera opción para una tarde de sábado. Un concierto de género urbano y un encuentro religioso fueron los eventos que el pasado 21 de abril coparon las gradas de los dos inmuebles.

Largas filas de miles de personas –en su mayoría adolescentes– hubo en un coliseo que antaño acogía espectáculos deportivos, sobre todo básquet, que generaban numerosa asistencia. Los jóvenes estaban ansiosos por ingresar al Summer Bash, un concierto con artistas exponentes de reguetón, trap, salsa urbana y otros ritmos.

Un boleto para general costaba $ 20. Adentro, la zona popular estaba repleta, hasta los pasillos. Cerca de unas 15.000 personas en la platea alta posiblemente le habrán asegurado, por lo menos, $ 300.000 para los organizadores, que alquilaron el escenario a Fedeguayas (que no protegió la cancha de pisadas y de la colocación de la tarima). Al ente provincial le resulta más favorable este tipo de ingreso de dinero que hacer allí un certamen deportivo.

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A unos 100 metros del Voltaire Paladines está el Modelo, que ya no se usa para fútbol. Desde hace varios años es el punto de reunión para eventos religiosos o de conciertos musicales. Allí hubo el sábado pasado una jornada de oración convocada por la Iglesia evangélica y la comunidad indígena, para pedir por la paz de la zona de frontera de Ecuador-Colombia. El aforo para 40.000 personas probablemente se cubrió, si se calcula que el estacionamiento estaba abarrotado.

El arriendo de este estadio para actos masivos es otro ingreso monetario para Fedeguayas, que además cobra el parqueo, que tuvo un costo de $ 4. Sin duda, el alquiler de sus escenarios deportivos, el sábado, fue un éxito para la administración de Fedeguayas. (D)